banca

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Los bancos y cajas de ahorros de este país nos han causado un gran dolor a los ciudadanos. Siento empezar así una entrada y más generalizando, pero estoy convencido de ello porque no se pueden hacer distingos. Y estoy seguro que una gran mayoría de los lectores estarán de acuerdo conmigo. Nos han causado dolor de una u otra forma. Cuando no hemos tenido que aportar fondos para, en teoría, salvar las entidades, hemos visto como muchas personas han sufrido despidos y prejubilaciones. Y no piensen que las prejubilaciones no hacen daño, es una forma grosera de decirle a alguien que ya no sirve para el mundo que llega y que, especialmente, es muy caro pues hay muchas personas que harán su trabajo por un menor coste, ¿alguien les ha ofrecido la oportunidad de adaptarse?

Es cierto que la banca cumple una función fundamental en una economía, ya sea de mercado o planificada. La función bancaria sirve para conectar el ahorro y la inversión, en sus más diversas modalidades, además de para custodiar los fondos de aquellos que tienen recursos financieros o atender el pago, en nombre de terceros, de ciertas operaciones. Pero la labor de conexión es vital pues permite resolver problemas de inadecuación en la situación o localización de los fondos y de su diferente disponibilidad en el tiempo.

Cualquier sistema económico que se precie dispone de un sistema bancario importante, los tiempos del trueque hace muchos siglos que pasaron a mejor vida. Parece mentira que haya que decir esto a estas alturas, pero todavía es necesario. Nos estamos moviendo en un mundo en el que se descalifican sistemas porque funcionan mal, cuando lo que hay que hacer es corregirlos, pero no eliminarlos. De ahí que sea tan importante que la banca funcione bien, que no cause sorpresas, pues la actividad bancaria se basa en la confianza, sí en algo tan etéreo e intangible como la confianza. Y las sorpresas no generan confianza. Las entidades bancarias hacen muchos números y muchos análisis, pero se basan en la confianza. De una parte del coste que nos ha ocasionado la banca y de la confianza les hablé en un artículo anterior.

Y dicho todo lo anterior, uno empieza a explicarse el porqué de ciertos cambios en la banca. La misma persona que hace un tiempo nos veía con buenos ojos, confiaba en nosotros, no puede ser la misma que ahora nos dice que no transmitimos la suficiente confianza y que nos tiene que negar la financiación que necesitamos para que nuestro negocio siga funcionando. Por eso se producen ese cúmulo de traslados, despidos y prejubilaciones. Y, atención, la potenciación de la banca digital, que solo analiza datos y no trata con personas. De pronto, las entidades más importantes del país nos quieren vender la banca digital, para ahorrar costes, como si fuéramos los clientes los culpables de que la banca español fuera la que tenía el mayor ratio de oficinas por habitantes de Europa, pues como pueden ver en estas estadísticas del Banco Central Europeo (BCE), en 2012 teníamos más oficinas que Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, países todos ellos con más habitantes que el nuestro. Se han olvidado que fuimos los clientes los que facilitamos el desarrollo de esa banca digital realizando las operaciones, que antes efectuaban los empleados, y que les ahorraban costes y decían que nos resultaban gratuitas, pero solo hasta hace poco.

Sede principal de CaixaBank, vía noticiasbancarias.com

Sede principal de CaixaBank, vía noticiasbancarias.com

Hace ya algún tiempo una de las más importantes entidades financieras del país pasó a cobrar a sus clientes por descargarse, a través de Internet, los movimientos en formato de hoja de cálculo, no hace mucho una entidad bancaria quería cobrar una comisión por una transferencia entre dos cuentas de una misma oficina, hace unos años una entidad quería cobrar una comisión por retirar fondos de los cajeros fuera del horario de oficinas, alguna entidad cobra por gestionar un ingreso en efectivo efectuado por quién no tiene cuenta en la entidad y ¿han oído hablar de las comisiones de administración, por no administrar? Este peregrinar por el camino de las comisiones, que se han multiplicado, se deriva de que el margen entre el interés que les cuesta a las entidades el dinero que reciben y lo que cobran por el dinero que prestan se ha reducido significativamente y ha alcanzado unos niveles bajísimos. Pero como el resultado hay que mantenerlo como sea, tenemos que cobrar por todo.

Y en estas estábamos cuando una de las grandes de la banca, la mayor en el mercado español, CaixaBank, se nos ha descolgado con un impresionante anuncio para 2018, quiere cuadruplicar la rentabilidad, ahí es nada, multiplicar por 4 la rentabilidad en 3 años. Parece ser que el año 2018 se ha convertido en un fetiche para nuestros dirigentes empresariales. Hace unas semanas era el presidente de Telefonica el que nos anunciaba que, para entonces, el país alcanzaría la gloria y ahora es Isidro Fainé, presidente de CaixaBank, quién, desde Londres, nos avisa que en ese momento habrán cuadruplicado la rentabilidad, ¿cómo? Con su extensa red de oficinas, 5.250 sucursales; su negocio de seguros; una reducción de costes que llevará el ratio de eficiencia en 3 años del 56,8% actual al 45%, vamos un dechado de virtud en la reducción del gasto; por supuesto, ser uno de los mejor preparados de Europa para aprovechar la revolución digital y ser líderes en confianza. La coincidencia de fechas entre una sociedad y otra, 2018, debe ser fruto de las conexiones entre ambas al compartir a algunos consejeros.

Pero llegados aquí me preguntó ¿quién debe tener confianza en quién? Porque con esas propuestas y con las cifras que manejan es difícil creer esas mejoras en el futuro que no hemos trabajado en el pasado. No se genera confianza enunciando deseos, se genera confianza, confiando en los clientes y volviendo a hacer banca. Es decir, volviendo a poner en contacto al ahorro con la inversión. En definitiva, volviendo a dar créditos, ¿o CaixaBank va a aumentar su rentabilidad sin aumentar el crédito?

Hace unos años, un grupo español lo cantaba muy bien.

2 comentarios en “banca

  1. Angelines Herrero

    Me ha gustado mucho tu artículo, por la crítica que haces a los abusos que en algún momento nos han hecho o por lo menos han intentado y a los cuentos que nos cuenta la banca. La canción de celtas cortos también muy acertada.

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  2. Lazaro Gonzalez

    Has estado muy moderado explicando por qué hemos perdido la confianza en la banca, pero a la vez muy claro.
    Excelente artículo

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