Por esas casualidades de la vida volví a ver hace unos días la película La Historia Interminable, basada en la novela del mismo título, y me sirvió para darme cuenta de que, como ocurre en la película, ‘la nada’ avanza y está destruyendo lentamente el mundo en el que vivimos. Nuestra NADA está formada por el radicalismo que todo lo niega, por la violencia para imponer las propias ideas, por la vulgaridad de las expresiones, por la insensibilidad ante las catástrofes, en definitiva, por muchas de las actitudes que creíamos haber expulsado de nuestro ámbito.
Estamos inmersos en una etapa de la historia, que no sabemos cuanto durará, en la que la escala de valores ha cambiado de forma brusca y la nueva hace muy difícil la convivencia. Parafraseando al poeta, debemos tomar partido hasta mancharnos. No es posible aceptar por más tiempo que aquellos que se saltan las normas sean aplaudidos como héroes, no es posible aceptar por más tiempo que la mentira sea el soporte de la crítica, no es posible aceptar por más tiempo que haya credos que hagan bandera de la agresión y la falta de respeto, no es posible aceptar por más tiempo a los grupos sociales que se muestran eufóricos por impedir más que por lograr. Olvidamos que el acuerdo es la base del progreso.
En nuestro espacio más cercano estamos obligados a contribuir con un esfuerzo sostenido en el tiempo en evitar que la NADA siga avanzando; a base de escuchar al otro, de ofrecer argumentos en defensa de las ideas, en sopesar lo que los demás nos ofrecen, en no reír las carencias o desgracias ajenas, en eludir la violencia como método para lograr los objetivos, en no rechazar a aquellos que llegan con la intención de vivir mejor.
Sabemos que la Navidad no llegará para todos ni todos los que deberían estarán en Navidad, a pesar de lo cual no podemos dejarnos llevar por el desaliento ni por la pesadumbre en la que estamos inmersos y, aunque solo sea en nuestro derredor más inmediato, debemos contribuir a cambiar el ambiente que respiramos y evitar que la NADA se instale definitivamente entre nosotros.
Quiero desearte Feliz Navidad, también para todos aquellos con los que la vayas a compartir, esperando que 2025 no nos ahogue aún más y logremos, entre todas y todos, un tiempo mejor,
Muchas gracias por la felicitación y por la reflexión, da un poco de miedo pero hay que ver la realidad para poder enfrentarse a ella
FELIZ AÑO NUEVO
Nos vemos pronto
Gracias por la reflexión, me ha encantado, a ver si algún Atreyu nos salva de esta Nada que avanza,
Y si hay que creer en dragones voladores, pues creemos y punto, que es Navidad 🙂
Como siempre y fiel al calendario nos llega tus meditaciones de fin de año. Con ello nos recuerdas que seguimos estando en tu pleyade de amistades y nos haces sentirnos muy honrados por tal distinción. Ciertamente es difícil expresar tanto y con tanta exactitud. Corren tiempos complejos y la calima que se empeñan en cubrir interesadamente nuestras mentes solo puede ser disipado si ponemos «pie en pared» y al unísono gritamos BASTA.
Te deseo una FELIZ NAVIDAD.
Te deseo Feliz Navidad y que el próximo año 2025 nos sigas ilustrando con tus conocimientos y tus acertados comentarios.
Hace mucho, mucho tiempo, en un país muy muy lejano conocí a una persona sincera, justa y convencida de sus valores, quien me ayudó y encaminó a dar mis primeros pasos en el complicado y para el apasionado mundo la empresa y sus finanzas.
Pasados los años y los tiempos, tengo a bien seguir soñando muy egoístamente, en que me gustaría vivir en una gran isla, en la que todos los míos compartiéramos el espacio, las vidas y el tiempo, y claro en esa isla está Pedro, al que ahora considero también mi amigo. Estoy seguro que el me lo matizaría, razonaría, e incluso me lo rebatiría,, en una interminable y maravillosa sobremesa. pues la gente de bien está para eso, para todo.
Un abrazo y feliz navidad
Muchas gracias por tus palabras de aliento. A veces es difícil seguir viviendo «con normalidad» y no venirnos abajo con las mentiras y barbaridades que se dicen por los medios.
Eres una estupenda persona y un bien amigo.
Te deseo un buen final de año y un 2025 en que puedas tener alegría, ganas de vivir y seguir haciendo lo que te gusta.
Un abrazo.
Gracias Pedro por tu profundas, pacíficas e inteligentes reflexiones.
Me sumo de corazón a tus deseos.
2025 será mejor que 2024, sin duda… o no, si nos empeñamos en no aprender 😉 Gracias, Pedro, como siempre, por tus palabras.