presupuestos (1)

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Dicen, los que saben de estas cosas de la política en su sentido más noble, que el trámite parlamentario más importante de cada año es el debate de los presupuestos del estado, cuya correcta denominación en España es Presupuestos Generales del Estado. Que recoge la previsión de ingresos y gastos de todo el sector público estatal, incluida la seguridad social, los organismos autónomos, las agencias estatales, las sociedades mercantiles estatales, las fundaciones estatales y otras entidades. Debemos recordar que los presupuestos no son inmutables y pueden ser ampliados durante el transcurso del ejercicio, mediante la aprobación de créditos de gasto extraordinarios y que, por cierto, últimamente ocurre todos los años con los gastos relativos a defensa.

Definir en que quiere emplear el gobierno los ingresos que obtiene el estado es una declaración de sus prioridades políticas y por eso son tan importantes los presupuestos, así como el debate, no de un día y no solo en el pleno, que se desarrolla durante la tramitación de los mismos en el parlamento. El gobierno debe presentarlos en el Congreso de los Diputados, porque así lo dispone la Constitución en su artículo 134, al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior. Es posible que Uds. no sigan la tramitación, pero esta es intensa hasta final de año, tanto en el Congreso como en el Senado. Aunque debo reconocer que, en ocasiones, no constituyen una declaración de las prioridades del gobierno, sino más bien una carta a los magos.

Y la propuesta de presupuestos para el año 2015 llegó al Congreso el día 30 de septiembre. Y empezaron a salir cifras y más cifras, números larguísimos 129.060.000.000 euros, que es el límite de gasto no financiero de la Administración Central, un 3,2% menos que el año anterior. Y aquí nos empezamos a liar, y estamos en el preámbulo de la norma, pues llega un momento en que no sabemos si las cifras de que se habla corresponden al conjunto del estado, a la administración central, al capítulo I, a gastos de personal, a subvenciones, a ayudas del capítulo 4 o a las del capítulo 7, si los capítulos en números romanos son los capítulos económicos en que, en teoría y en número árabes o romanos, están organizados los presupuestos o son los capítulos en que están divididos los títulos del texto legal. Y uno dice, ¿es tan difícil hacerlo bien?, ¿qué pasa aquí que a pesar de los SIGLOS que se llevan haciendo presupuestos en este país, aún no hayamos dado con la tecla oportuna para que su presentación y lectura sea fácil y comprensible?

SombrasUn ejemplo para que vean la manipulación informativa con que se tratan las cifras, en este caso por el principal autor de los presupuestos, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. En la presentación a los medios de comunicación que ofreció el 30 de septiembre en el Congreso de los Diputados, afirmó que la partida de gasto más importante son las pensiones, que suponen más de 131.000.millones de euros; se le olvidó añadir que el ingreso más importante son las cotizaciones sociales que supondrán más de 132.000 millones de euros, ¿qué pretendía, hacer creer a los ciudadanos que las pensiones se pagan con impuestos o que se pagan solas? Ya sé que algunos consideran las cotizaciones sociales un impuesto sobre el trabajo, pero esa es otra discusión y, de momento, teórica. Porque siendo muy fácil hablar del gasto en pensiones, parece que, por alguna razón oculta, se hace muy difícil hablar de los ingresos por cotizaciones. Y estas cosas nos molestan a los que apreciamos la altura en el comportamiento y el rigor en el hacer de los responsables políticos. Molestan porque demuestran la falta, en dicha actividad política, de esa dosis de pedagogía que debe acompañarla, para ayudar a que el común de los ciudadanos aumenten su grado de implicación en eso que llamamos “la cosa pública”.

Pero volviendo a los presupuestos del estado y el seguimiento de la ejecución de los mismos, tienen que saber que no existe un documento equivalente, al de presentación de los presupuestos, en el que se refleje el gasto ejecutado y el autorizado. La transparencia informativa no es lo nuestro. Y esta afirmación, que muchas personas pueden creer que es temeraria, la dejo aquí para que, si fuera posible, alguien me muestre mi error. Esta sería una de esas ocasiones en que reconocer un error produce satisfacción. Si han visto la noticia de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2015, la información ocupa 141 megabyte, o lo que es lo mismo, miles de páginas; ¿saben cuánto ocupa la información de la Intervención General de la Administración del Estado que nos informa de la ejecución presupuestaria del Estado, cada mes?, 14 folios; les dejo, aquí, el enlace al informe de agosto de 2014 y que simplemente recoge los gastos, los ingresos hay que buscarlos en otro lugar. Y esa información no incluye nada de lo relativo a las sociedades mercantiles estatales ni a las fundaciones estatales ni a la Seguridad Social, que hay que localizar en otra sede. Yo les dejo el enlace al resumen informativo de diciembre de 2013 de la Seguridad Social, aquí, con la intención de que visiten la página 7 del documento y comprueben que las cotizaciones ingresadas fueron un 92% de las previstas, ¿qué les parece esa desviación?

Y para que no pierdan la ilusión y sepan que en este país, Cataluña incluida, hay personas y organizaciones empeñadas, de verdad, en trabajar por la transparencia, les invito a visitar la web de CIVIO Fundación Ciudadana, aquí, en la que podrán conocer todo lo relativo a los Presupuestos Generales del Estado para 2015, con todo lujo de detalle. Detalles de los que hablaremos en próximas entregas, porque hay muchas cosas curiosas por descubrir. Mientras tanto, disfruten con la información y les invito a escuchar una canción, aquí, que amenizará su lectura.

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