Tras una pequeña pausa de cuatro años, aunque con una breve interrupción, regreso al Real de a Ocho. Confío en que todos aquellos que me seguían se encuentren con ánimo para seguir haciéndolo. Mi ausencia se ha debido a las ocupaciones profesionales y de otro orden que me han tenido entretenido y concentrado en otros menesteres y no le podía dedicar el tiempo que yo entendía que era necesario para ofrecer unos artículos con el mínimo de calidad para ser publicados.
En esta fase no sé la frecuencia con la que podré publicar, pero espero que sea con habitualidad. Desde luego temas para analizar los tenemos a montones. La salvaje agresión de Rusia sobre Ucrania y los desajustes en la producción de ciertos componentes nos han abocado a sufrir una inflación desmesurada, podría ser uno de ellos; aunque seamos optimistas y confiemos en que será pasajera. Los que vivimos la fase de inflación de más del 20% a mediados de los años setenta del siglo pasado no podemos ver con excesiva preocupación lo que está pasando porque aquello sí que fue peor y sin saber si podría superarse.
La persona que me ayuda con las cuestiones técnicas y de diseño de la página está ultimando los cambios necesarios para remozar, en la medida de lo posible, el aspecto de la misma y que resulte más agradable para todos. El autor se hace mayor, pero la página no debe acompañarle en ese discurrir. Desde aquí mi agradecimiento por su ayuda y su paciencia.
El primer artículo en el que estoy trabajando, por aquello de la llegada del mundial de fútbol que empieza hoy, es relativo al estado comatoso del fútbol profesional en España. En breve lo publicaré y confío en que será de interés para todos, también para todas, porque el fútbol profesional femenino ha llegado para quedarse.
Y ahora a seguir contemplando la realidad desde la atalaya de espectador que la edad, los años de trabajo y el Estado me han proporcionado. Bienhallados,