de la crisis, dicen…

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… que la distancia es el olvido
pero yo no concibo esa razón
porque yo seguiré siendo el cautivo
de los caprichos de la construcción.

Adaptación de La Barca de Roberto Cantoral

Esta versión de la conocida canción, en la que me he permitido cambiar «tu corazón» por «la construcción», podría ser entonada todas las mañanas por los lectores de prensa que, a diario, se desayunan con las buenas perspectivas de la construcción y del crecimiento en las ventas de viviendas en el país. Una de las últimas noticias, que mejor representan esta falacia permanente en la que quieren volvernos a meter, era la que el digital ElConfidencial.com titulaba así “Colas para comprar casas sobre plano…”. Vamos que lo ocurrido en 2008 y siguientes, está en el olvido.

Estas cosas dichas la misma semana en que hemos conocido que la famosa SAREB (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, SA) ha registrado como pérdidas, contra Patrimonio Neto, en 2014 la bonita cifra de 2.032.493.000 euros (página 160 del Informe Anual de 2014), disgustan bastante. Máxime porque esa pérdida es consecuencia de haber decidido en 2012 y 2013 efectuar una cobertura de los tipos de interés variable en que estaban concertadas las operaciones de financiación para convertirlos en tipos fijos ¿Quién es el o la lince que aventuró una subida de los tipos de interés? Permítanme ser un poco quisquilloso y como la SAREB es propiedad, en un 45% del estado y en un 55% de entidades financieras, me pregunto ¿Qué entidades financieras se han apuntado ese beneficio? Porque en las operaciones financieras lo que ha perdido uno es porque lo han ganado otro u otros.

No olvidemos que la SAREB es el refugio de una parte del fracaso inmobiliario español, del que han sido parte las entidades financieras, las comunidades autónomas, los ayuntamientos, algunos medios de comunicación, las poderosas agencias inmobiliarias multinacionales (que se han ocultado mientras escampaba), el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el Gobierno y, por qué no decirlo, muchos gabinetes de arquitectura. Pero como nos ha advertido el Banco de España esta misma semana en su Informe de Estabilidad Financiera de mayo 2015, la estabilidad está prendida por los pelos. A diciembre de 2014 las entidades financieras almacenaban dentro de sus activos 83.409 millones de euros de activos procedentes de adjudicaciones o recibidos en pago de deudas, de los que el 38% eran suelo. Para asustarse un poquito. Pero es que las cifras no disminuyen, aumentan. Con relación a junio de 2013 han aumentado y vuelven a los niveles de diciembre de 2012 ¿Se ha marchado la crisis?

No, la crisis no se ha ido, entre otras razones porque aún tenemos un nivel de paro mayor que en 2011, lo que significa que no se ha reducido el principal problema del país. Está mejorando, desde el empeoramiento previo. Pero con un agravante singular. De la población en paro, el 44% lleva más de 2 años en paro. Es decir, es paro de larga duración. En diciembre de 2011 era el 27% de los que se encontraban en situación de desempleo. Se ha creado una bolsa de 2.379.500 personas, casi 1.000.000 más que al final de 2011, que no encuentran trabajo y, claramente, están en riesgo de exclusión. Por eso, algunos, defendemos que deberían aplicarse políticas activas de empleo que permitan reorientar profesionalmente a esas personas. Y no piensen que es un problema de personas de elevada edad. De esas 2.379.500 persona, 1.028.800 tiene menos de 40 años, ¿Quién les ayudará a generar, mediante su trabajo, el derecho a una pensión en el futuro? Ya vemos que la crisis no se ha marchado, se ha formado un ejercicio de prestidigitación por el cuál entramos en un pozo muy profundo y ahora nos venden que hemos salido a la luz, ni siquiera hemos llegado al nivel del pozo anterior. Hay quién afirma que nunca lo lograremos, no lo crean, es posible con otra política económica.

Edificio Mirador en Sanchinarro, Madrid

Edificio Mirador en Sanchinarro, Madrid

Pero a Uds. les gusta enredarme con lo de la crisis y se me olvida que estábamos hablando de lo bien que marcha la construcción y, especialmente según dicen, la vivienda. Hace unas semanas avisé que las cifras que se estaban dando de venta de viviendas había que manejarlas con mucha prudencia porque estaban fuertemente afectadas por el brusco cambio de la fiscalidad, esa maravilla del Gobierno. Pues bien, el 8 de mayo nuestro querido Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho pública la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad (ETDP) correspondiente a marzo de 2015. Esta estadística recoge las transmisiones inscritas en los registros de la propiedad, lo que significa que no son operaciones formalizadas en el mes, son operaciones formalizadas en el mes o anteriores e inscritas en el actual. Y aquí tenemos que el ritmo se ha gripado completamente. La compraventa de viviendas nuevas registradas ha caído un 18,6% con relación al mes anterior, una caída del 35,6% en lo que llevamos de año, y con relación a marzo de 2014 ha disminuido un 40,9%. A la vista de estas cifras ¿Quién dice que hay que construir nuevas viviendas?

Es posible que en algún punto muy singular o en alguna zona, de forma excepcional, del territorio nacional sea necesario acometer ciertas promociones, pero de forma muy limitada. Pero el raca-raca vuelve, como pueden ver. Y eso a pesar de los datos, ya no son opiniones, son datos ciertos. Se venden más viviendas, sí. En marzo de 2015 se registraron operaciones de compraventa que supusieron un aumento del 2,1% sobre el año anterior, pero básicamente de viviendas usadas, que representaban el 75,8% de las transacciones. Tomemos los datos con seriedad, se está reduciendo muy lentamente el parque de viviendas disponibles. Muchas de las viviendas usadas que se venden son nuevas realmente, pues no fueron usadas antes. Estos datos lo que demuestran es que se reduce el stock, pero no que sean necesarias nuevas viviendas, de momento.

La distancia, por el tiempo transcurrido, del inicio de la crisis no puede hacernos olvidar que la crisis está aquí con nosotros, no se ha marchado. Y crean que me gustaría. El aumento de actividad en el sector de la construcción se debe, como bien sabemos, a contrataciones desde el sector público por las elecciones locales, que han adelantado contrataciones, en la misma medida en que ha aumentado el empleo en el sector público.

Para que no se queden con las ganas, les dejo con la auténtica canción.

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