Pero hay que ser muy prudentes con pretender generar expectativas mayores que una mera apariencia de mejora; que es lo que estos datos del mes de septiembre reflejan. Para mi el dato más esperanzador, que se viene repitiendo desde hace algunos meses, pero que ya se puede decir que expresa una tendencia, es que el número de empresas que a final de mes tienen empleados aumenta de manera constante
Nos cuenta el INE que en el mes de agosto la tasa anual de variación del Índice de Comercio al por Menor (ICM) a precios constantes y corregida de efectos estacionales y de calendario se sitúa en el 0,4%, si tomamos la serie original (es decir, sin correcciones) dicha tasa anual se sitúa en el -0,9%
Estamos inmersos en una “lucha” de predicciones positivas con la intención de mejorar el clima económico del país. Pero yo creo que así no se arregla la situación. Cómo no se arreglan las ciudades diciendo que deben estar más limpias, cómo no se arreglan las empresas diciendo que tendrán más beneficios. Hay que poner en marcha políticas activas de empleo
Por eso, decía, no podemos confiar en la autorregulación. Es digno de consideración el esfuerzo de la Fundación Lealtad en la aplicación de un código ético, definido por ella misma, para las fundaciones. Este código ético que incluye la publicación de las cuentas anuales de estas entidades, así como de las memorias de actividades y otras informaciones relevantes, es útil para estudiar una entidad en concreto. Pero de la misma forma que el registro mercantil nos informa de los datos de las sociedades, el registro único de fundaciones de ámbito estatal que, sigue sin funcionar 10 años después de que se promulgara el Real Decreto que lo reglamenta, debería ofrecer de forma ágil y económica el acceso a la información de las fundaciones.
¿cómo vamos a crecer en el futuro? Porque para crecer es necesario financiarse y ¿quién nos va a financiar con este nivel de deuda? Pues es posible, pero para ello habría que alcanzar un pacto de estado y un respaldo por parte de la Unión Europea
Competitividad, sí, pero hay que construirla entre todos. Y para ser competitivos hay que estar en primera línea en diseño, en calidad, en comunicación, en uso de las nuevas tecnologías, en innovación, en marketing...
¿A la vista de esta evolución, en menos de tres años, alguien puede dudar que la política monetaria seguida en la UM era errónea? Dejemos ya de hablar de desinflación o inflación negativa, estamos en deflación. En España llevamos dos meses consecutivos con el IPC (índice de precios de consumo) en tasas negativas.
Nadie habló entonces, como casi nadie lo hace ahora, que economía de mercado es sinónimo de competencia, no de esquilmar o laminar al prójimo y que la competencia requiere reglas de juego y, ¡vaya por donde!, competidores
En nuestro país no está generalizado el sentimiento de que los bienes públicos son de todos los ciudadanos y no de los gobernantes o de los funcionarios de las distintas administraciones públicas, aunque algunos de los primeros hablen del aeropuerto del abuelo. Y no está generalizado porque no tenemos la percepción de que esos bienes públicos los hemos pagado con nuestros impuestos o con deuda que habrá que devolver a los prestamistas, también con nuestros impuestos.