Seguro que algunos lectores del blog recuerdan la canción, otros habrán oído hablar de ella y alguno es posible que ni sepa de su existencia. A todos ellos les dejo con Paco Ibáñez y el poema de George Brassens. Pero no se asusten, como diría el apreciado Miguel Ángel Aguilar, antes de empezar he dado los gritos de rigor para demostrar mi afecto patriótico, lo que ocurre es que no lo sabían ustedes porque no les llega el ruido.
Pues bien, hoy es la fiesta nacional, a la que, vaya usted a saber por qué, algunos han querido dar un realce especial. Yo voy a dedicar mi breve entrada a un asunto muy propio del día, el gasto en defensa. Algunos piensan que si no vinculamos defensa con fiesta nacional no vamos bien. Dejaré la retórica para otro momento y entraré en harina, no vayamos a amohinar a alguien.
Vaya por delante, grito de ardor defensivo, que el gasto en defensa del estado es una cantidad menor de la que un país como el nuestro debería tener. Ni siquiera alcanza el 1% del PIB. En 2015 ya están previstos 7.938 millones de euros. Dada nuestra población, nivel económico, extensión y posición geográfica y longitud de nuestro litoral, el gasto debería ser, al menos, el doble de dicha cifra. También es cierto que los datos que manejo solo se refieren al Ministerio de Defensa y sus Organismos Autónomos. A ellos habría que añadir los gastos del Ministerio de Industria para el desarrollo de ciertos programas, gastos relativos a misiones españolas en el exterior, gastos de la Guardia Civil, por su carácter militar, y los gastos de pensiones del personal militar retirado. Pero para el análisis es suficiente con los datos que siguen.
En el cuadro anterior pueden ver los gastos de defensa de los últimos 6 años. El dato de 2015 es un avance de lo comprometido, pero no estará muy lejos de lo apuntado. Sobre 2016 no he querido manejar el presupuesto que se va a aprobar porque el Gobierno tiene a bien, en los últimos años, aumentar el gasto autorizado, normalmente allá por el mes de agosto, en unos 2.000 millones anuales. Aparentemente el gasto es, con ligeras fluctuaciones bastante estable en estos años. Pero si entramos en detalle nos damos cuenta que no es del todo cierto.
Desde 2012 el gasto en defensa no incluye el gasto correspondiente al Centro Nacional de Inteligencia que ha sido adscrito al Ministerio de Presidencia. Este importe, de unos 200 millones anuales, se destina a los Programas especiales de modernización. Programa que recibe una inyección procedente de la reducción significativa del Programa de Formación del Personal de las Fuerzas Armadas. Es significativa la querencia de este Gobierno por reducir los fondos destinados a formación y educación.
Dado el significativo aumento en el gasto en programas de adquisición de armamento y la vinculación del ministro de Defensa con la industria militar, convendría que se explicasen con detalle y, lo más significativo, con que empresas se contrata. La industria militar es importante, pero no sabemos, con detalle, si se están primando intereses de la industria española, de la europea o de otros países. En este sentido es muy destacada la falta de apoyo que se observa, en muchos medios, a los programas de empresas europeas o fruto de la cooperación entre empresas europeas.
Si los países europeos fomentasen la cooperación de su industria militar y desarrollasen más programas conjuntos no sería necesario que España tuviera que adquirir equipos de otros países. Y ello porque los socios europeos están discutiendo quién lo fabrica, dónde se fabrica e, inclusive, el color del material. Feliz día.
Totalmente de acuerdo con lo que comentas. Breve y claro